Un sólo centímetro cúbico cura diez sentimientos melancólicos.



Los ojos del perro siberiano (fragmento)


[...]"Esta vez no era yo solo el que veía la sombra del ave de rapiña voalndo en círculos sobre la mesa familiar.
Terminamos de comer pasadas la once. El tiempo que pasó hasta el momento del brindis fue eterno.
Fue la segunda vez que tomé champagne. En el momento de las doce campanadas, toda la familia levanto sus copas. Pero ¿cómo desearle felíz año a alguien que probablemente no lo termine?
Me acerqué a Ezequiel y le dije un "te quiero" apenas susurrado. Él me abrazo y me dijo: "Yo también".
Era todo lo que necesitaba oír."[...]


Amemos la vida. Amemos a los demás. No discriminemos. No seamos aquello que no queremos que nos pase y tratemos a los demás como queremos que sean con nosotros. Todos somos seres humanos.Dígamos a la VIDA...

P.D.: Este libro es uno de los mejores que leí y sobre todo uno de los que mas me hicieron llorar. Me abrió los ojos y me enseñó a ver la vida desde una óptica diferente. A veces nos hace falta ponerse en el lugar del otro para saber lo que siente y aprender de sus experiencias. También me enseñó que la discriminación es una cosa absurda producto de mentes cerradas que no se atreven abrirse al mundo y percibir las cosas de manera diferente. La gente con miedo discrimina... No tengamos miedo...seamos de mente abierta y aceptemos a los demás no a pesar de las diferencias sino amemoslos por eso... De todos siempre se puede aprender.

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