Un sólo centímetro cúbico cura diez sentimientos melancólicos.



A la intemperie,
se va infiltrando el viento
hasta mi alma.

De nada sirve - Moris

De nada sirve escaparse de uno mismo.
De nada sirve escaparse de uno mismo.
Veinte horas al cine pueden ir
y fumar hasta morir.
Con mil mujeres pueden salir;
a los amigos los pueden llamar.
De nada sirve...
No se dan cuenta que de nada sirve
tocar la batería, seguir la acería,
no, de nada sirve.
¿De qué le sirven las heladeras
y lavarropas, televisores
y coches nuevos y relaciones
y amistades y posiciones?
Si están podridos y aburridos
de este mundo que esta podrido...
No, de nada sirve.
Los que van a la oficina dicen que todo sirve.
Los que hacen música, creen que lo más importante
de nada sirve.
si uno lo usa para la soledad interna
que siempre nos corre, que siempre nos corre.
Cuando están solo, están bien solitos;
ya no hay guitarras ni amplificadores.
Están solos en la cama y empiezan a mirar el techo;
empiezan a mirar el techo y en el techo no hay nada.
Hay solamente un techo.
¿Que pueden hacer? Es muy tarde,
son las tres de la mañana.
Los bares están cerrados, las mujeres duermen,
los cines también están cerrados,
la guitarra no se puede tocar,
sino el vecino se va a despertar.
¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo hacer?
Estoy solo y muy aburrido
¿Qué puedo hacer? ¿Qué es mi vida?
¿Qué es este mundo? ¿Qué soy yo?
Me voy a volver loco, no sé qué hacer...
En ese momentito se dan cuenta
que todo es una estupidez.
Cuando van de veraneo y bailan shake
con sus movimientos centroamericanos,
sensualidad fabricada,
tratan de levantar mujeres.
Pero están vacíos y están muy podridos.
Volvemos a la cama, que es un gran lugar
para dormir o también para fifar.
Cuando lo consiguen, en este mundo es difícil,
está reglamentado...
Muerden la almohada de desesperación.
No saben qué hacer con sus vidas,
ya todo fracasó.
Han masticado chicles, han comido chocolates,
han leido Radiolandia, han llamado a sus amigos,
han salido con mil mujeres, han grabado treinta mil discos,
han sido famosos, han firmado autógrafos,
han comido hasta reventar, han fumado hasta acabar.
¿Y qué queda?
No queda, no queda, nada queda, nada queda.
Hay una cosa que sirve,
que sirve a esta humanidad,
y es darse cuenta que nada sirve
si uno lo usa para escaparse de uno mismo.
Amigo, te doy un consejo aunque yo consejos no doy:
trata de hacer la prueba de parar las maquinitas,
las maqinitas que llevas dentro de tí
y fijate qué es lo que pasa
cuando te agarra la soledad y te agarra el hastío.
No escuches discos de Bob Dylan, o de Los Beatles,
o de los Rollings Stones o de Mick Jagger.
Mucho silencio, mucho pensar, mucho meditar.
Nada de evasión y pensar
¿Qué es lo que pasa conmigo?
Si soy inteligente y también soy intelectual...
Soy bastante inteligente pero estoy muy aburrido.
¿Qué es lo que pasa conmigo?
Yo aún no me lo puedo explicar,
por favor que alguien me lo diga.
No puedo salir de mí, estoy muy encerrado
en mi prisión de carne y hueso.
No puedo salir, no puedo salir.
Me voy a morir dentro de mí.
Antes de morir yo quiero salir,
ver las estrellas, el mar, me quiero ahogar
y quiero salir, quiero vivir, me quiero ir
por favor, de mí.
¿Qué puedo hacer? No hay nada que hacer.
Tenés que vivir, tenés que sufrir,
tenés que sentir, tenés que amar,
te tenés que arriesgar, te tenés que jugar,
no podés tener seguridad, no podés tener
ninguna propiedead, te tenés que jugar,
tenés que jugarte, tenés que salir
a que te rompan la cara, que te maten, que te pisen.
Tenés que querer a cualquiera,
tenés que odiar a cualquiera.
Ay, ¿qué puedo hacer? Estoy solo
y todos pasan a mi lado. Nadie me mira
o si me mira es para encerrarme.
Estoy muy encerrado.
De nada sirve escaparse de uno mismo.

21-09



Talking destroys the effects of love.
LOVE isn't soft, like those poets say. Love has teeth which bite and the wounds never close. No word can close those love-bites. In fact, if the wounds dry up, the words will stop too.

Hablar destruye los efectos del AMOR. El amor no es apacible, como dicen esos poetas. El amor tiene dientes que muerden y las heridas nunca cierran. Ninguna palabra puede cerrar las heridas del amor. De hecho, si las heridas se secan, las palabra también se detendrán.


Sos un genio Stephen, Feliz cumpleaños!

El libro de la memoria, VOL II

Durante los tres días que estuvo en Amsterdam se sintió completamente desorientado. El plano de la ciudad es circular (una serie de círculos concéntricos divididos por canales, salpicados por cientos de pequeños puentes, y conectados unos con otros de forma interminable), por lo cual uno no puede simplemente "seguir" una calle como en otras ciudades. Para ir a un sitio determinado, primero hay que saber exactamente cómo se llega allí. Al ser extranjero, A. no lo sabía y además sentía cierta reticencia a consultar el mapa. Llovió durante los tres días de su visita y él se pasó todo ese tiempo dando vueltas en círculos. A. advirtió que en comparación con Nueva York (o Nueva Amsterdam, como se complacía en llamarla tras su regreso), Amsterdam era una ciudad pequeña, cuyas calles sin duda podría memorizar en unos diez días. Pero incluso en el caso de que se desorientara, ¿no podía consultar a cualquier transeúnte? En teoría sí, pero lo cierto es que se sentía incapaz de hacerlo. Los desconocidos no le asustaban, ni tampoco le faltaban ganas de hablar. Era algo más sutil: dudaba en hablar inglés a los holandeses. En Amsterdam casi todo el mundo habla un inglés excelente, pero esa facilidad de comunicación lo intranquilizaba, como si pudiera despojar a la ciudad de su carácter de extranjera. No porque él buscara exotismo, sino porque le parecía que el lugar dejaba de ser el mismo, como si por el mero hecho de hablar inglés los holandeses negaran su propia identidad. Si hubiese estado seguro de que nadie le comprendía, no habría dudado en parar a cualquier extraño y hablarle en inglés, esforzándose por hacerse entender con palabras, gestos, muecas, etc. Pero tal como estaban las cosas, se sentía incapaz de privar a los holandeses de su identidad, a pesar de que ya hacía mucho tiempo que ellos mismos lo habían consentido. Por lo tanto no habló con nadie, anduvo sin rumbo, caminó en círculos y no hizo nada para evitar perderse. Más tarde se daría cuenta de que en más de una ocasión se había encontrado a pocos pasos de su destino, pero al no saber dónde girar, había caminado en la dirección opuesta, alejándose cada vez más del sitio adonde quería ir. Pensó que tal vez estuviera dando vueltas alrededor de los círculos del infierno, que la ciudad podría haber sido diseñada como modelo de ese otro mundo subterráneo, un modelo basado en la representación clásica de aquel lugar. Luego recordó que algunos especialistas del siglo dieciséis (por ejemplo, Cosme Roselli en su Thesaurus Artificiosae Memoriae, Venecia, 1579) habían usado diagramas del infierno para representar los sistemas de la memoria. Y entonces advirtió que si Amsterdam era el infierno y el infierno era la memoria, tal vez tuviera sentido que se perdiera. Lejos de cualquier cosa que pudiera resultarle familiar, incapaz de descubrir ni siquiera un solo punto de referencia, descubrió que sus pasos, al no llevarlo a ninguna parte, lo conducían hacia el interior de sí mismo. Estaba haciendo un viaje interior, y se encontraba perdido, pero lejos de preocuparlo, esta idea se convirtió en fuente de felicidad y alborozo. Trató de imbuirse por entero de esta idea, como si tras acercarse a un conocimiento previamente secreto, pudiera llegarle hasta lo más profundo del alma; y entonces se dijo a sí mismo, con un tono casi triunfante: Estoy perdido.

Carpe Diem

Aprovecha el día, no dejes que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber alimentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.

No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber.

No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.

No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar al mundo.

Porque, pase lo que pase, nuestra esencia está intacta.

Somos seres humanos llenos de pasión.

La vida es desierto y es oasis; nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.

Aunque el viento sopla en contra, la poderosa obra continúa. Tú puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar, porque sólo en sueños puede ser libre el hombre.

No caigas en el peor de los errores, el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes. Huye.

"¿Emito mi alarido por los techos de este mundo?" dice el poeta.

Valora la belleza de las cosas simples, se puede hacer poesía bella sobre las pequeñas cosas.

No traiciones tus creencias. Todos necesitamos aceptación, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante. Vívela intensamente, sin mediocridades.

Piensa que en ti está el futuro, y encara la tarea con orgullo y sin miedo.

Aprende de quienes pueden enseñarte. Las experiencias de quienes nos precedieron, de nuestros ¿poetas muertos?, te ayudan a caminar por la vida.

La sociedad de hoy somos nosotros, los ¿poetas vivos? No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.