Un sólo centímetro cúbico cura diez sentimientos melancólicos.



Hay humo en tus ojos

No se lo diría nunca, que su nombre me llegaba como los perfumes que atraen y repelen a la vez, como la tentación de acariciar el lomo de una ranita dorada sabiendo que el dedo va a tocar la esencia misma de la viscosidad.
No puede ser que nos separemos así, antes de habernos encontrado.

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