Te extraño tanto... Por eso odio los domingos, quisiera poder decírtelo. A veces no alcanza con pensar que estás siempre conmigo, necesito abrazarte o hacerte reír, verte... La pucha, cómo se sufre tu ausencia.
Me siento a destiempo, no coordino, no paro de pensar. No, nunca alcanza con pensar que estás conmigo siempre. Queremos que no duela tanto, pero es díficil anestesiar algunas cosas.
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